domingo, 10 de abril de 2011

...estos son “mis” niños y los amo...

            Para nosotros, la familia De Rosa, no fue necesario preguntar sobre la Hna. Narcisa, ya que tuvimos el inmenso placer de conocerla y estar con ella durante muchos años. La recordamos y extrañamos aunque está siempre presente en nuestros corazones. Con lluvia o con mucho frío, estaba siempre presente recibiendo a los alumnos.
            Yo, mamá de Ailín, Kevin y Agustín, recuerdo que un día le dije:
-Hermana, todos los santos días, recibiendo a los chicos con tanto amor!!!
-Por supuesto-me dijo ella- estos son “mis” niños y los amo.
            Tenía sus bolsillos llenos de estampitas y medallitas, que repartía a los chicos al entrar, sobre todo si tenían prueba, para que la Virgencita los acompañara. Era “cómplice”, sobre todo de los más grandes del secundario, a quienes retaba si veís desprolijos o, a los varones, con el cabella largo y suelto. Me contaba Ailín, que los ayudaba a atárselo y disimularlo debajo del cuello de la chomba para que no les llamaran la atención o les pusieran una sanción. Se hacía la enojada. Era muy graciosa, porque al ser tan peticita, los chicos se tenían que agachar para que ella los ayudara. A la hora de la salida, imponía un orden estricto, trazaba una línea imaginaria en la vereda y nadie podía cruzarla.
            Sentimos muchísimo su partida. Recordamos ese día con mucha tristeza, todo el colegio estaba allí para despedirla. “Narsa”, como la llamábamos con cariño, fue un ser adorable, amada y respetada por todos, ejemplo de humildad, constancia y entrega a los demás. Aunque ya no esté en la puerta, está y estará siempre presente en cada uno de nosotros y estamos seguros de que desde el cielo, sigue cuidando a todos y cada uno de “sus” niños.

Daniel, Silvia, Ailín,
Kevin y Agustín de Rosa.

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